Cuando abran de nuevo esa joya de la arquitectura del hierro llamada Mercado del Born (dicen que a finales de 2013), el local también brillará al exterior. Internamente, lleva semanas haciéndolo. Llamber remodeló a finales de verano un antiguo almacén de frutas para convertirlo en un restaurante multifuncional y con gusto, para erigir un reducto astur en una ciudad que no había descubierto con fe los sabores reinventados de esa dispensa increíble que es la tierra de don Pelayo.
Dirección: Fusina, 5
Precio medio: 30-35€
Imprescindible: Pedir una copa de DO Bierzo y disfrutar con la tapa con la que Fran te obsequiará mientras departes aquí y allá y haces tiempo para tu mesa.
Horario: Todos los días hasta las 02.30h.
Teléfono: 933 196 250
Web: Llamber
Según Cultibar
Pero no es solo su gastronomía la que atrae. Lo hace también esa larga barra a la entrada (hecha con los bancos de la plaza de toros de Las Arenas) secundada por varias mesas y taburetes donde el tapeo es obligatorio. “Querríamos que la gente se tome un vino antes de sentarse a comer”, dice Eva Arbonés, 50% de Llamber, autora de la decoración y responsable de una larga carta de vinos con hasta 30 referencias por copa (desde 2,50€) que se ofrecen siempre en barra con tapa gratis o mini-ración demandada (de 3 a 5€). “Es la filosofía del local madre en Avilés (donde empezó esta aventura hace tres años), y es la que queremos establecer aquí”.
El espacio acompaña. La madera en paredes y las mesas salpicadas acogen al comensal para que pruebe e interaccione. El comedor se ve al fondo. Aquí, parada y fonda. Una vez abierto el apetitivo, calmado el corazón y olvidados los problemas, el embudo de una mesa grande de tapeo superior deja paso al comedor, desde el que se ve la cocina y a la divertida sala de eventos. Aquí preside el chef, al que ves en todo momento, un chef que viene a divertirte, con el que has de jugar.
Fran Heras ha conseguido una carta para compartir (en bable, “llamber” significa probar de distintos platillos) de cocina asturiana pero sin fundamentalismos que agrada. Es pastel de cabracho, salsa tártara y encurtidos, y fabes verdinas pero también son tomates Raf o excelentes morcillas de Burgos adecentadas con chipirones (13€). Es producto conocido pero reformulado con respeto y osadía en formato ración o media ración. Son aperitivos virginales como las anchoas con pan dulce de escanda y queso La Peral (4,5€ la unidad) o las croquetas caseras (7€), o “platinos” -como ellos llaman- de mayor elaboración para los que es recomendable consejo. Eva te los explicará como hijos. Son pulpo gratinado con queso ahumado asturiano -”curiosamente servido en cazuelita”- (9€), bonito del Norte maridado en salsa Teriyaki, pesto de rúcula y piñones (16€) -”con diez minutos de macerado”- o las “muy demandadas” patatas al Cabrales con avellanas (10), “que debéis probar”. Fran asiente desde la cocina.
“Queremos evolucionar la carta, dinamizarla e ir creciendo con el cliente, tal como hacemos en Avilés. Quizá incorporemos un menú degustación sólo de productos asturianos”, comenta un satisfecho chef tras el servicio mientras nos sirve el café. “Se llama Quirós y lleva miel, café y gelatina de whisky” (5,50€). Gracias guaje.
La experiencia Cultibar
Llamber Barcelona no es sólo restaurante y bar sino reto social e incluso cultural. La generosa barra nos indica que la batalla por fomentar la cultura del vino y la tapa en todos sus formatos está servida. Las hileras de copas colgadas en la entrada nos dan la bienvenida cual espectadores recibiendo a sus gladiadores en un coliseo con la ilusión de afianzar una nueva filosofía. El objetivo es explotar todo aquello que puede ocurrir antes de sentarse en una mesa.
Decidimos entrar en el juego que nos proponen, lo que todavía no saben es que es el que más nos gusta. Movimiento, improvisación, cambios de situación y primera toma de contacto con los tuyos o con los de al lado se funden en una olla sin fondo ni límites. Perdamos el miedo ante lo desconocido, nosotros hace mucho tiempo que lo hicimos. Tranquilos, la cena viene después.
Todo es mejorable
Pese a no tener espacio para terraza, aseguran que abrirán espacio para incorporar un par de mesas en el exterior para fumadores. Será bienvenida la propuesta. Un proyecto como este se merece disfrutarlo también al aire libre. Puxa Asturies.
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