Fuera por el impulso que les diera Ferran Adriá en 2007 al hablar de gintonics, por sus indiscutibles bondades gustativas o por diversas y divertidas curiosidades empresariales, los cocktails -con el gintonic como abanderado- han copado mercado entre los divertidos de la ciudad, y clubs y bares diferentes han incorporado cartas propias para el deleite de los apasionados del combinado, siendo costumbre de éstos acercarse allí para departir copa en mano. Pero los tiempos pasan y las costumbres evolucionan, y vivimos en Barcelona, y la comodidad empuja. Ante ello, los cocktails, en auge perpetuo, han hecho las maletas y se presentan ahora en tu casa para que los disfrutes sin inconveniencia alguna. Es el formato de cocktails a domicilio, similar en nombre a otros propuestas cómodas pero distinto en formato. La coctelería en casa.
Celebras una fiesta en casa y quieres sorprender a tus invitados. Bebéis cocktails pero un buen gintonic no es fácil de preparar, además de costoso en infraestructura y materia prima. Te han hablado de una empresa que te los sirve en casa. Ellos traen las copas, el producto y el servicio, hasta el hielo, de calidad, obviamente. Tú no haces nada. Hablas y pactas copas aproximadas y duración. Vendrán, servirán, recogerán, limpiarán y marcharán. Sin percance para tu humilde salón. En medio, habrás -habréis- disfrutado de una sesión de cocktailman privado, con explicaciones y sabiduría, siendo el protagonista en la medida que tú quieras. El precio vendrá a ser el mismo que el que te gastarías si fueras a un club y dieras día de asueto a tu dieta. Todas las ventajas, ningún inconveniente.
Servicio completo
Serán una docena las empresas que han empezado a prestar este servicio en Barcelona y alrededores. Son equipos pequeños, liderados por un cocktelero con experiencia, que se amoldan al servicio en número y prestación. No existen parámetros iniciales sobre cómo establecer la relación comercial. Las más pequeñas trabajan vía teléfono una vez contactadas para establecer el servicio a ejecutar (el número de cócteles, el número de personas…), aunque la mayoría sí que tiene online una gama de productos y precio. Antes del día, algunas empresas se desplazan al sitio de celebración para reconocer el espacio y averiguar necesidades. Dará igual el emplazamiento; si caben personas, cabe el coctelero con su kit.
Acostumbran a trabajar a partir de un número mínimo de personas, lógicamente, que algunos cifran en seis y otros en dos, aunque algunos no cierran número dependiendo del presupuesto. Normalmente, el grupo medio se sitúa en las 15 personas, por las que el servicio pasa a costar unos 500€ (de 25 a 40€ por persona), ateniendo al periodo de tiempo en el que estará en servicio la barra (la media es de 3-4 horas), el número ilimitado de cócteles que puedan salir de ella (acostumbra a cerrarse como barra libre) y el abanico de éstos (se ofrece una selección de combinados previa y acotada al cliente). Algunos, el caso de Bars7t Barcelona, lo completan con entrantes divertidos como la espuma de Cosmopolitan o el Campari. “Para ir abriendo boca y recibir a los invitados”, comenta su alma mater, Carles Bonnin.
Profesionales acreditados
Otros, caso del freelance y nariz de oro Catalunya 2012, Xavier Bassa, completan la oferta con una masterclass, transformando el formato de servicio en una lección de cuatro horas, en la que los participantes aprenden a elaborar hasta cuatro cócteles diferentes. Por entre 25 y 30€ por persona, la noche se cerrará entre risas en casa y con conocimiento adquirido, sin prejuicio alguno tampoco del posible desorden. La mayoría, no obstante, optan por la interacción acordada, siendo ésta mayor en fiestas de menor formato y, sobre todo, por la empatía de sus responsables. Es el caso, por ejemplo, de Héctor Henche, de Fizz Bartenders, o Mauri Jiménez, de Cocktais perquè sí, figuras carismáticas de la noche en la ciudad condal.
Ellos, con los de su empresa, los que has visto durante años tras la barra del club, serán los que hablarán contigo, los que montarán sus barras a medida en los espacios que no pensabas, los que dinamizarán ese cumpleaños rutinario o esa despedida de soltera, los que cerrarán un precio competitivo en el que encontrarás mucho más que combinados. Porque el cocktail es un arte y ellos son artistas, artistas que pueden comerse el escenario si les dejas.
Crisis y futuro
Será la sempiterna crisis, pero el negocio -comentan- ha bajado en los últimos años, pese a que la ley del tabaco sí que ha beneficiado. Por ello, como han apuntado algunos expertos del sector como Xavier Martínez, de la Escuela Superior de Hostelería de Barcelona, o Albert Álvarez, del blog vadecocoteles.com, “el fenómeno del cóctel no va a descender en los próximos años, ya que la gente cada vez sabe más y quiere saber más”. Preguntados por futuras tendencias, señalan a que serán los combinados con ron los que cogerán el testigo protagonista del gintonic, al que todos ellos ven aún largo recorrido. Entre el auge y la crisis, algunas de las empresas consultadas se han visto «obligadas» a emigrar y abrir sucursal en Madrid bajo el argumento que “en la capital les gusta presumir más que aquí”. Será así, pero el negocio es nuestro. Aprovechémoslo.
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